En mi infancia, mis meriendas consistían en una barra de cocosette, del cual todavía soy fanática y me trae siempre una sonrisa cuando me vienen los recuerdos a la mente.
Acá en Buenos Aires, también los podemos encontrar, pero los precios resultan un tanto abultados, me imagino, por el tema de las distancias, ya que son importados. Solo cuando gana la nostalgia es que compro uno de esos.
Sin embargo, acá también hay barras similares que resultan una buena opción para merendar rápidamente, o por lo menos agarrar fuerzas mientras volvemos a casa. Una de ellas son los turrones de la marca Arcor, que aunque no se asemejan en nada a los cocosettes, son de mi agrado solo para casos excepcionales.
Recientemente llegaron a mi trabajo una variedad de estos turrones llamados Turrocklets, que son una mezcla entre el turrón original pero rellenos con una pasta hecha de los chocolates de colores de la marca Rocklets (serían los Dandys argentinos!)
Y como al destaparlos, mi supervisora me preguntó si quería probar uno, le dije que si, y ¡me lo regaló!
En el empaque viene una sola galleta rellena de pasta de maní, cuyo sabor original es de vainilla, pero en esta presentación es oscura por el chocolate.
Al comerlo, era igual de crocante que la versión original, lo mismo que su sabor, pues el chocolate está es en la oblea y no en el relleno. Como tenía tiempo sin comer uno de estos, se me hizo demasiado dulce, al extremo de no lograr comerlo todo, por lo que quizás sería una buena opción para comerlo entre dos personas, o por pedacitos cuando la ansiedad ataca mientras vamos de regreso a casa.
Igualmente en el empaque tiene la advertencia que avisa sobre el "exceso de azúcar", como casi todos los productos del tipo snacks dulce, pero he probado muchos con el mismo sello, y este ha sido el que realmente ha sobrepasado mi límite de dulce.
No quiero decir que sea un producto malo, al contrario, es muy rico, solo que no recomendaría comerse una barra completa en un mismo momento, ya que en lugar de quedar con un buen gusto, terminarías más bien lamentando ese "shot" de dulce directo al hígado.
In my childhood, my snacks consisted of a cocosette bar, which I am still a fan of and always brings a smile to my face when memories come to mind.
Here in Buenos Aires, we can also find them, but the prices are a bit high, I imagine, because of the distances, since they are imported. It is only when nostalgia wins that I buy one of those.
However, here there are also similar bars that are a good option for a quick snack, or at least to get some strength while we go back home. One of them are the Arcor brand nougats, which although they are nothing like the cocosettes, I like them only in exceptional cases.
Recently I received a variety of these turrones called Turrocklets, which are a mix between the original turron but filled with a paste made of the colored chocolates of the brand Rocklets (they would be the Argentine Dandys!).
And when I unwrapped them, my supervisor asked me if I wanted to try one, so I said yes, and she gave it to me!
In the package comes a single cookie filled with peanut paste, whose original flavor is vanilla, but in this presentation it is dark because of the chocolate.
When I ate it, it was just as crunchy as the original version, as well as its flavor, since the chocolate is in the wafer and not in the filling. As I had not eaten one of these for a long time, it was too sweet, to the point of not being able to eat it all, so perhaps it would be a good option to eat it between two people, or in small pieces when anxiety attacks on the way back home.
It also has a warning on the packaging that warns about “excess sugar”, like almost all sweet snack type products, but I have tried many with the same seal, and this has been the one that has really exceeded my sweet limit.
I don't want to say that it is a bad product, on the contrary, it is very tasty, I just wouldn't recommend eating a whole bar at the same time, because instead of being left with a good taste, you would end up rather regretting that “shot” of sweet straight to the liver.
Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
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